miércoles, septiembre 21, 2005

Para dónde va esta micro!!!???


En el texto anterior referido a las fiestas patrias y a la gesta de la independencia nacional, intenté construir, algo en broma algo en serio, la idea de cómo nació el país de los consensos. Pensando en este Chile al que alguna vez Fidel Castro enfrentado a una petición de armas ofreció libros, sugiriendo que éramos excelentes en el discurso y en la elaboración de éste, pero incapaces de transformarlo en acción.
La verdad no tenía intenciones de recibir comentarios de algo escrito tan a la ligera, tan livianamente y con la patudés de incluir textos antojadizamente descontextualizados, pero como era de esperar los comentarios llegaron igual y obviamente se agradecen.

Pero cómo se agradecen? Bueno, de todos ellos (los comentarios) se desprende la idea de que tenemos “una” identidad, y que ésta de algún modo se encuentra enraizada en un concepto tan abstracto como la nación o la patria o como quieran llamarla.

También surge la idea de que como “identidad” vamos para alguna parte o que estamos montados en la misma micro, pero es ahí donde se diluyen los comentarios tanto como mis propias convicciones, pues evidentemente no se puede esquivar la pregunta que nace por consecuencia ¿para dónde?

Yo se que esa pregunta nos hace fruncir el seño y nos evoca esa discusión que no queremos tener en la fiesta o en el asado, ni siquiera en la tertulia dominical y menos aún con un desconocido, pues sabemos que efectivamente tratar de responderla es la invocación natural al conflicto y al desacuerdo. Sin embrago, es la pregunta necesaria para éste Chile de hoy donde todo nos sugiere movimiento.

Nuestro Presidente quiere crecer con igualdad y su opositor nos quiere poner alas. Los economistas concuerdan en que somos un país en desarrollo con una economía en crecimiento y expansiva. Otros piensan que el crecimiento es desigual y que el desarrollo no es para todos. En fin de uno u otro modo todos piensan que nos estamos moviendo, pero
¿para dónde?

Es ahí donde se me desordena y desdibuja todo, porque aunque parezca muy liviana e infantil se me aparece como salida de la “Red Fantasmal” otra pregunta ¡¡¿¿para qué??!! Y no se si es anterior o posterior a su predecesora en este texto.
Y es en esta parte donde muchos se detienen y ponen cara de espanto y se dan cuanta de que han estado leyendo, mas bien gastando su precioso tiempo, en un texto que ya no huele sino que contamina a pajeo mental y es ese el momento en el que me detengo y me doy cuenta de que conveniente es que el 18 sea una vez al año, y que halla que celebrarlo y no que reflexionarlo con empanadas y vino tinto. Total, así podemos olvidar la pega de pensar en esta micro, su recorrido y su paradero.