martes, agosto 09, 2005

Maria Rebelde!


En una de mis tantas vueltas adolescentes, recorriendo barrios y calles del Santiago suburbano llegué a la gran tierra de Cerro Navia en busca de la promesa del Punk Rock de principios de los 90 “Maria Rebelde”.
“Hueón, tenís que escucharlos tocar” me repetía Wladimir mientras buscábamos su casa o “sala de ensayos”.
De pronto en Avenida Las Torres con Mapocho desde un pequeño antejardín la estridencia de una guitarra eléctrica nos dibujó el camino hasta la banda.
Nos aproximamos rápidamente hasta la casa de la que salía tan poderosa melodía y cuando llegamos nos encontramos con una señora (la mamá del vocalista) barriendo la calle, quien tras preguntarnos si buscábamos a los “chiquillos” nos invitó a pasar.
Saqué la grabadora para comenzar mi entrevista. Los tres chicos de apariencia dura me miraron con desconfianza hasta que Wladimir –mi amigo y guía- saco un pitito pa’ distender el ambiente. Después de eso, bueno, después de eso pasaron tres días en los que nos quedamos con la banda y los acompañamos a su tocata en el gimnasio comunal y conocimos a los punkies locales y tomamos y tomamos y tomamos a la salud de Maria Rebelde.
En medio de tan anárquica fiesta perdí la grabadora con entrevista y todo
-creo que hasta canté con ellos- la cosa es que nunca mas los volví a ver, aunque de tanto en tanto supe de ellos por algún flyer callejero.
Hace algunas semanas salí frustrado de una entrevista de trabajo en un pretencioso edificio de Apoquindo y pa pasar la rabia decidí bajar caminado hasta Plaza Italia, así que hurgué en mis bolsillos hasta juntar las monedas suficientes pa cigarrillos y me dirigí al primer quiosco que encontré en el camino.
Cómo está mi amigo, me pregunto el quiosquero, a quien respondí amablemente con una sonrisa y le pedí mis cigarros.
Claro, como ahora los hueones andan de corbata ya no se acuerdan de los locos, me respondió.
Lo miré por segunda vez con la mano extendida esperando mis cigarros y lo reconocí, era el Pato, el chico punk de Cerro Navia que cantaba en María Rebelde. El saludo fue extenso, como dos veteranos que se encuentran después de años de haber terminado la guerra.
Me contó que la banda se había acabado cuando la apadrinó Jorge González, porque ellos no estaban ni ahí con andar hueveando en la radio ni persiguiendo sellos, ni con ser famosos, aunque igual habían tocado por todo Chile ganándose algunas luquitas.
Con orgullo se acordó de haber dejado la escoba en el municipal de Cerro Navia y de cómo nos “habíamos ido presos por curagüillas” dato que la verdad no recordaba. Tal vez sea parte del mito.
Le pareció muy graciosa mi pinta de oficinista y lo refregó en mi cara hasta que le expliqué que andaba buscando pega y que la verdad, bien no me había ido.
Después, un largo silencio, un gran apretón de manos y sin decir nada, ni intercambiar teléfonos, ni promesas de juntarnos de nuevo, nos separamos.
Seguí caminando hacia Plaza Italia, pero sin rabia, sin bronca y con diez años menos.

9 comentarios:

Mauricio Díaz dijo...

Drouillas:

Esta es otra de las grandes razones por la que somos amigos. Algo de mi hay en ti, que me retuerce cuando escribes. Me siento infinitamente reflejado, y este realto, fuera de gueveo, esta cercano a lo hermoso. Me importa una raja que otros digan cualquier cosa, pero esa cualidad tuya de envolver al lector con tu personalidad es un regalo. Historias parecidas hay muchas. Pero no dan para quedarse pensando. Aqui me detuve , igual que tu, con 10 años menos, tratando de entender que es lo que he hecho, y para que...Drouillas, no se exactamente cual es el talento que crees poseer, o si sabes a donde apuntar, pero que estai al filo, al filo de encontrar algo mega increible, se nota. Algo que nos estas enseñando de a poco, para finalmente explicarte a ti mismo, por fin.

10 merendinas

Clo Aravena dijo...

mi amor me dai las merendinas? a mi me gustan!!!

Anónimo dijo...

hueon, casi me hacis llorar, que bonita la historia, eso es lo que realmente importa en la vida, eso hay que atesorarlo y recordarlo de tanto en tanto, los momentos en que uno se sintio bastante vivo..., que rico poder leerte drouillas, que bueno tenerte un tiempito sin pega para que te tomes estos braik y desembuques todo lo que tienes que contarnos, BIEN AMIGO, te tenemos cada vez mas de vuelta, quizas sin plata en los bolsillos pero con mucho para sensibilizarnos.
la epoca que aún podias aceptar un pitito para conversar...., la epoca en que maria aún era rebelde y no acepta prostituirse con ningun jorge gonzales.
cuando dijiste: ¨como está mi amigo¨..., pense que era otra persona, jajajaj.

Clo Aravena dijo...

"cómo está mi amigo" jajajaja!!!!!!
no habia cachado, buen ojo pequita!

gallardo dijo...

Drouillas: Que bonito relato, que fresco y actual. Estoy pensando en lo que te dice el Sokio. en lo de la amistad, en lo del talento a punto de quebrar algo, en permitir que la nostalgia, la memoria y un amigo encontrado hagan el milagro de alivianar la carga.
Parece que eres uno de esos tipos que es bueno tener cerca cuando una botella de vino llena la amistad de posibilidades.
Saludos sinceros

Juan Pablo Tapia dijo...

Druida notable. Hay todo un mundo ahí en el encuentro del pasado con el presente y en cómo nos cuesta coordinar los recuerdos con los sueños.

Sandra Carrasco dijo...

Que bueno que no soy la unica sensible me dio pena también buaaa, tu historia empapa de sentimientos y recuerdos!!

Y bueno ahora estamos en otra etapa de la vida y hay que rescatar lo mejor y disfrutarlo pa' que cuando tengamos 60 nos detengamos y miremos hacía atrás y digamos: te acordai cuando.... escribiamos tanta wea en los blog y nos cagabamos de la risa, o llorabamos frente a la pantalla y matabamos gran parte de nuestro tiempo leyendo a los amigos...???


Me gustó

La Carpa del Diablo dijo...

Esos son los fantasmas que da gusto que se aparezcan, porque te iluminan y te recuerdan que el espiritu Peter Pan esta siempre vivo y alerta...

Grande Drouillas

La Carpa del Diablo dijo...

¿Como esta mi amigo?... jajajaja