lunes, septiembre 11, 2006

poodle


A las seis de la mañana en punto se detuvieron fuera de casa, tres militares en impecable tenida de combate y de caras pintadas bajaron del jeep dejándolo encendido y golpearon con fuerza seca.
La abuela salió en bata y recibió de sus manos fuertes de soldado una carta que decía:
“Mamá, mándame con el suboficial a la perra, no te preocupes todo esta bien pero no salgan de la casa hasta que tengas nuevas noticias mías.
Chao”
La abuela Buscó la correa y entregó a la poodle, el militar la tomó con destreza y dio las gracias, la poodle movió con fuerza su corta cola.
Dos soldados se subieron al Jeep y un tercero se quedó parado afuera viéndolos irse con la perra.
La abuela le preguntó amable al soldado ¿alcanzaré a comprar pan? Éste la miró y encendiendo un cigarrillo le dijo “éntrese señora las panaderías hoy tampoco van a abrir” y con esa sentencia la abuela supo que algo raro estaba pasando.
Después... al rato, Chile comenzó a sangrar.

4 comentarios:

Clo Aravena dijo...

me huele a historia familiar?...... y sí tienes razón, yo tambien tendría vergüenza y supongo que ella también la tiene
te amo

Gata con SuerT dijo...

¡y ke paso despues?

Clo Aravena dijo...

tzzzzzz.. ya pueeee mueva los dedirijillos

Emilio dijo...

Por eso nunca he tenido mascotas.